MÉXICO, D.F., 27 de abril de 2016 (ACNUR) - Los países de Latinoamérica y el Caribe están comprometidos a facilitar la naturalización como solución para los migrantes y refugiados apátridas. Recientemente, varios gobiernos de la región han comenzado a tomar medidas en este sentido. En Bolivia, una resolución adoptada por el Ministerio de Gobierno establece un procedimiento especial para eliminar el requisito de demostrar un periodo mínimo de residencia, y reduce considerablemente los gastos de naturalización. En Brasil y Ecuador, los proyectos de ley de Inmigración y Movilidad Humana, respectivamente, incluyen cláusulas para facilitar la naturalización.
Además, la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han establecido estándares regionales al confirmar que la recuperación de la nacionalidad es la solución idónea para casos de privación arbitraria de nacionalidad.
La semana pasada, el Gobierno de Costa Rica se refirió a la apatridia como una forma de vida inapropiada y aprobó un decreto que regula los derechos de las personas apátridas y establece un procedimiento para determinar esta condición.
Como parte de un compromiso para prevenir el subregistro de los nacimientos, confirmar la ciudadanía y brindar documentación de nacionalidad a las personas que tienen derecho a ello, el Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica y ACNUR han movilizado equipos a lo largo del país para identificar a familias y niños indígenas, y han organizado una serie de actividades binacionales con sus contrapartes de Panamá.
Desde finales de 2014, cuando inició este programa dirigido por las autoridades estatales de Costa Rica y Panamá, en colaboración con el ACNUR, alrededor de 5.000 personas, en su mayoría de la comunidad indígena Ngöbe Buglé, han recibido asistencia para registrarse y obtener sus documentos de nacionalidad, ya que garantizar que todos los ciudadanos posean un certificado de nacimiento es una medida fundamental para la prevención de la apatridia. Sin este certificado, es difícil conseguir un documento de identificación y, por consiguiente, disfrutar de derechos fundamentales como asistencia médica, educación, derecho a la propiedad y acceso al mercado de trabajo, entre otros.
La región lidera la tasa de adhesión a las convenciones sobre apatridia. Desde 2011, de 49 adhesiones que se produjeron en el mundo, 16 correspondieron a países americanos (32%). Desde 2014, Argentina, Belice, Colombia, El Salvador, Paraguay y Perú se han adherido a la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954, o a la Convención para reducir los casos de apatridia de 1961. Además, Chile y Colombia han cambiado sus reglamentos administrativos para limitar el alcance de las excepciones a la adquisición automática de nacionalidad por nacimiento, lo cual facilita la adquisición de la nacionalidad al nacer.
Latinoamérica y el Caribe son las primeras regiones que respaldan el llamado de ACNUR a erradicar la apatridia globalmente hasta 2024 y ha mostrado un apoyo constante a la campaña global del ACNUR para erradicar la apatridia a través de la adopción del Plan de Acción de Brasil de 2014, que es el único marco estratégico regional destinado a establecer estándares de protección internacional y ofrece un ejemplo al resto del mundo.
ACNUR estima que en el mundo hay aproximadamente 10 millones de personas apátridas, más de un tercio de las cuales son menores.
Para más informaciones sobre la campana global del ACNUR para erradicar la apatridia, visite www.unhcr.org/ibelong/es/.
Gracias a la [Voluntaria en Línea[(http://www.onlinevolunteering.org/) Mariam Barrio por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.
ACNUR